La propuesta
“De todos lados un poco” pretende acercarnos a comprender mejor cómo surge y se vive la migración, pero también a enaltecer las aportaciones de las personas migrantes.
A resaltar la importancia de la solidaridad y la empatía como parte de la naturaleza del habitante fronterizo. Y a recordarnos que todos somos migrantes y que estamos aquí porque alguien de nuestra familia, en algún momento, emigró.
Como responsable del proyecto busqué seleccionar los materiales y diseñar la propuesta teniendo en mente la importancia de “ponernos en los zapatos del otro”, espero que esta exposición sea una invitación a hacerlo.
La exposición está pensada en audiencias jóvenes e incluye además de fotografías de gran formato, audios, secciones interactivas y contexto del escenario migrante local, así como experiencias solidarias, entrevistas y gráficos.
De todos lados un poco está dedicada, en especial, a la memoria del Pastor José Antonio Altamirano quien desde su Iglesia Albergue Camino de Salvación dio refugio y atención humanitaria a cientos de personas en medio de la crisis migratoria, dejando un legado de empatía ejemplar. Y también a quienes desde la sociedad civil y las iglesias locales, abren sus puertas y corazones para hacer menos difícil el camino migrante.
Agradezco a las escuelas y espacios que permiten a esta presentación “migrar” de un lugar a otro en esta región.
Este Proyecto es auspiciado por el programa de “Asociados Fronterizos” de la Escuela de Estudios de Paz Joan B. Kroc de la Universidad de San Diego. Y es posible gracias al equipo creativo y de trabajo que aceptó sumarse a realizarlo, en la mayoría de los casos de forma voluntaria.