Ya tenía la intención de venirme porque ya estaba muy duro, lo que ganas no sirve casi para nada. No puedes ni vestir, nada de eso. Y uno sabe que acá en Estados Unidos trabajando y ahorrando puedes tener más posibilidades de ayudarse a uno y a la familia. Por eso decidí venirme para acá y más que allá se estaba poniendo más feo, más peligroso .
La mayoría de chavos solo anda en maras, y uno no podía salir a buscar trabajo porque ya lo querían unir a ellos.
Que en vez de que anduviera ahí, que mejor me metiera a trabajar con ellos y que ahí íbamos a tener dinero y que ahí me iban a dar lo que yo quisiera. Pero igual yo sabía que no eran cosas buenas lo que hacían y que hagas lo que hagas siempre vas a caer preso por eso mejor decidí venirme para acá. Porque allá, la mayoría de chavos es lo único que hacen…
Depende de cómo se han criado, porque a uno siempre lo aconsejan, que, aunque sea pobre pero…
Mi papá, que, si hubiera una manera de salir adelante, pero, ganarse las cosas así con sus propias manos, que le costara a uno y no estar agarrando lo ajeno ni nada de eso. Entonces cuando yo decidí venirme para acá yo le conté y me dijo: “sí, en vez de que te vayan a secuestrar o que te vayan a hacer algo, porque tú no quieres trabajar con ellos, será mejor que te vayas”.
Un poco difícil, pero viendo la situación, a uno lo obliga a salir. Es duro dejar los padres, pero lo obligan a salir para ayudarles.
Sí, fue lo más difícil, más cuando uno se despide, pero igual me dijo: “no hay otra cosa que hacer o vas preso, vas a correr peligro ahí, que nunca me iba a volver a ver si me hacían algo, en cambio acá sabía que tenía una esperanza”
No, pues ni ropa tenía, la mera verdad, un pantalón de un hermano mío que había dejado él , fue el que me traje. Sí, un pantalón grande, camisa, bueno es que ni ropa tenía prácticamente. La boleta de nacimiento y 300 lempiras.